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El último sol de los septiembres

FOTO PARA POST LUIS 2018

FOTO: Ele y Ele y Ele.

Cómo no alegrarme hoy hasta el punto de romper mi silencio en este diario (obligada por la escritura de mi novela). Cómo no alegrarme un día más de seguir viajando a tu lado, contigo tan dentro, tan tú en tu espacio y yo en el mío. Cómo no reírme a carcajadas de tus pasos de baile catódicos (no pienso subir el vídeo que te he grabado con el cerebro mientras, ahora mismo, te desencajas danzando delante de mí).

Tú eres fotógrafo de nacimiento, yo, letraherida, y así pasamos las horas, hasta la madrugada, construyendo ideas: sin miedo, sin censuras, con el espíritu aventurero de un par de criaturas desconocedoras de las fronteras, de los límites. Con la inocencia de dos seres que se comparten, pero no se necesitan. Con el amor limpio de juicios, con las caricias cargadas de sueños, con los mordiscos de dos dragones de Komodo, pausados, feroces y con aliento a alcantarilla, y, a pesar de ello, regalándonos esos besos de mañana.

Amigo, compañero de andaduras, traspiés y remontes emocionales, hoy, ayer y en los días que veremos, sé que viajaremos hasta los confines de este mundo alocado con las mochilas cargadas de deseo, curiosidad y hambre de más kilómetros. Y también sé que, aunque nos separe el espacio, volveremos la cabeza hacia un lado y allí estará el otro… Y Scott, dando saltos y con sus orejitas rebotando.

Por muchas imágenes, grabados sobre pieles multicolores y lokuras más; por muchas letras más que sean su espejo o su antagonismo. Porque no podemos sentarnos a crear sin habernos levantado de un respingo para vivir.

 

Felicidades muchas y mucho más de todo eso que tú ya sabes y que es muy nuestro para escribirlo aquí.

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