re-presentaciones

Volver a empezar o cómo seguir adelante

Libros, diarios, cuadernos, papeles de periódico, páginas de tebeos… Desde que tengo uso de razón han sido mi alimento. Han pasado muchos días y, sumados, años y décadas, y continúo comiendo letras. La realidad es que me dan de comer, así que, literal y literariamente, las pabras SON MI ALIMENTO.

A muchos les parece que mi dormitorio es una cueva asfixiante, puesto que los libros y manuscritos (propios y antiguos originales de traducciones y guiones cinematográficos que también he traducido) invaden hasta el último rincón. Acumulan polvo, pero también historias.

En esta imagen, captada por mi madre, mi hermano y yo descansamos entre líneas. Hacía poco que nos habíamos reencontrado, pero a mí se me ve encantada de la vida, porque lo estaba, apoyando la cabeza en una pequeña pila de volúmenes. Ahora lo pienso bien y la relación que entablé con la página impresa, desde el principio, es muy parecida al enamoramiento a primera vista. No sabía leer, no sabía escribir, pero las palabras supieron cautivarme. Ni siquiera las ilustraciones de algunos libros, que también, sino las letras. Añado que esas formas ininteligibles se desordenaban a menudo: cada letra se colocaba en un sitio distinto dentro de mi cabeza infantil y creaba una nueva silueta. Yo ponía el dedo sobre una y, como una fila de hormigas desperdigadas, las demás corrían a situarse en una posición imposible. Tal vez por eso me gustaron también los idiomas desde que supe que había miles que aprender.

Todo esto para contaros que, como escritora, traductora y profesora, reabro este diario digital con la ilusión renovada de llegar a alguien. Con la intención de que mis palabras, en orden o desordenadas, ocupen por un instante el espacio que dedicamos a investigar en la vida de los otros. Con esa curiosidad imparable que nos mueve y que, como las letras hormigueantes, nos lleva a la sorpresa.

La vida, la vida y sus tiempos contados, es mi aliciente y no mi excusa. Las notas que tengo manuscritas se complementan con estas otras, que tecleo mientras suena de fondo el paso de los días, la construcción de un sueño.

Ya os iré contando.

Gracias por volver a leer, hacerlo por vez primera o decidir hacerlo en otras líneas.

Que seamos muy felices.

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